Mis primeros pasos a las mezclas y en seleccionar temas fue en la mítica sala de fiestas La Paloma de Barcelona, sala que por desgracia sigue cerrada pero que por suerte los trabajos de acondicionamiento siguen a buen ritmo. Esperemos por el bien de la cultura de la ciudad que pronto pueda volver a abrir sus puertas.

Solía pinchar desde que abríamos puertas hasta que llegaba el dj famoso de turno, pero lo más curioso era cuando me tocaba hacerlo en los descansos de la orquesta que tocaba por la tarde para los abuelos, en algunas ocasiones me tocaba ya que el encargado de hacerlo tenía algún bolo por ahí y tenía que substituirlo con todo el resacón por haber trabajado hasta las tantas en el Club de la noche. Entre pase y pase ponía temas de lo más rancio y casposo para hacer bailar a los clientes más veteranos. Pero ese no era mi cometido aunque me sacaba mis buenos euros por ello, yo era el responsable técnico del Club que era mucho más divertido.
Una Dj que pinchó la noche anterior paso a buscar sus vinilos mientras yo pinchaba para los abuelos y alucinó con la afluencia de publico. Su comentario fue: Cuervo, pinchas para más peña que Laurent Garnier. Creo recordar que era Baby G, la que un día me pidió un cigarro y al ver el paquete me dijo: Winston, cómo los farloperos puteros, nunca olvidaré esa frase. Otra Dj que vino desde Buenos Aires también me dijo que le habían comentado en Argentina que si iba a Barcelona a pinchar a La Paloma preguntase por mí que era el que tenía más buena onda de la sala, todo un alago para mí. La época de la paloma fueron tiempos muy divertidos y felices que recordaré toda la vida
La Paloma se fundó en 1903 y fue considerada por varias publicaciones especializadas de la década de los 2000 como la mejor discoteca del mundo.
Si veis el vídeo no os asustéis, yo entraba a trabajar por la noche en el Club, en el minuto 6:00 del vídeo.

Desde entonces he ido de bar en peor pinchando por infinidad de locales y solo cuando me lo piden.
Una inolvidable noche en el Clandestino de la plaza Real, me ofrecieron hacer una sesión de Rumba Taleguera y claro está acepté encantado, los retos siempre han sido lo mio.
Fue entonces cuando me especialicé en el tema y me cree un repertorio digno de la banda sonora de Perros Callejeros, incluso preparé unos visuales de Cine Kinki para proyectarlos durante la sesión.
De eso hace más de diez años y sigo dispuesto a pinchar calorrismo donde me lo propongan.

Peret

Incluso se atrevieron a invitarme a pinchar en unas cuantas sesiones en el Rouge del Raval, después de las Jam Sesions de rumba catalana, donde tocaban los gitanos del barrio del Portal y la Cera.

Me entró tan fuerte el tema «Calorro», que incluso monté Malasartes y los Neochabolistas.

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Bueno tampoco quiero engañaros, era yo solo haciéndome pasar por banda. Grabé un Mashup pero no mezclando temas, fue tocando todos los instrumentos, cantando y editando el vídeo.

Pero el Clandestino no era sitio de Rumba Taleguera, solo de vez en cuando, era un local donde iba gente muy variopinta del mundo de la noche y el artisteo más canalla de la noche de Barcelona. Entonces pinchaba otras cosas más acordes con el local.

Al cerrar el Clandestino, el mismo equipo montó el Bar Rufián y allí me metieron otra vez a pinchar, pero esta vez en horas de sesión vermut, fuimos de los primeros en hacerlo en Barcelona y tuvo mucho éxito, fuimos copiados hasta la saciedad.

Por suerte o por desgracia he pinchado casi todo tipo de estilos en casi todos los locales interesantes, sobre todo en Barcelona. Pero sin lugar a dudas el sitio que recuerdo con más magia a parte de La Paloma, fue en un chiringuito de noche en la playa de Bolonia en Tarifa, Cádiz viendo a lo lejos las luces de África.

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SESIÓN 2000 y GUITARS & CLUBS son sesiones grabadas de cuando iba de local en local poniendo música para poder comer, con muletas después de un accidente en moto en el que no me pagaron ni la baja por ser freelance.
De todo aquel desastre saqué de bueno tener tiempo para escribir mi primera novela al ser lo único que podía hacer al no tener dinero ni para pagar internet.
Tiempos difíciles que parecen no tener fin, pero escuchando buena música de tiempos divertidos para llevar mejor el penoso presente.