
Hoy he pasado por aquí y he recordado que de pequeño veíamos ese portal de iglesia en medio de la nada cuando salíamos de Barcelona con el 600.
Es una puerta gótica del siglo XIV de la que podríamos pensar que pertenecía a alguna iglesia medieval de la zona, pero nada más alejado de la realidad. Esta portada gótica pertenecía originalmente a la iglesia del Convent de la Mare de Déu del Carme, situado en el carrer del Carme nº40 de Barcelona. Estuvo en pie 580 años, hasta que se fue deteriorando debido a los desperfectos causados por diferentes guerras, la de sucesión de 1714, y la invasión de Napoleón en 1808, también por incendios, reformas y cambios de uso por causa de la desamortización del siglo XIX, incluso durante unos años fue la sede de la Universitat de Barcelona, hasta que en 1874 desaparece el edificio a causa de unas modificaciones urbanísticas de la zona. La mayor parte de la piedra del conjunto se aprovechó para los cimientos de los nuevos edificios construidos y para rellenar las nuevas calles proyectadas. Las partes más valiosas del edifico se vendieron a particulares para pasar a formar parte de colecciones privadas.

La portada fue comprada por la familia Moragas, que finalmente se la vendió a Juli Parellada, el cual quería construir una iglesia para redimirse de todos sus pecados, sobre todo por haber participado en un duelo en el que salió sano y salvo. En la Masía de Cal Tondó de su propiedad vuelve a montar piedra a piedra el portal gótico. Apenas montado el Sr. Parellada murió y los terrenos pasaron a ser propiedad del Sr. Antoni Rocamora. La portada quedó en medio de campos de cultivo durante 115 años, llamando mucho la atención de los que circulaban por la carretera y más tarde por la autopista.
Con la construcción de la Ronda Litoral se decide un nuevo cambio de ubicación. El arquitecto encargado del proyecto era amigo de devolver la portada al centro de la ciudad, concretamente a los jardines de la actual universidad, muy cerca de su ubicación original del siglo XIV, pero el Ayuntamiento de Sant Adrià del Besòs quería convertirla en la simbólica puerta de entrada a la ciudad. A finales de 1991 desmonta por partes y no es hasta 1993 que se realiza el traslado definitivo a su actual emplazamiento.

