!!!DESPERTA FERRO!!!

Este artículo viene a colación de las innumerables reseñas que corren por las redes por parte de algunos aragoneses que ponen en duda la historia de la Gran Companyia Catalana, intentando apropiarse de una hazaña y menospreciando la historia de Cataluña, personas que de historia saben bien poco. En respuesta a uno de esos comentarios no me quedó otra que entrar al trapo para sacarlo de su error malintencionado.
Se denomina así porque este ejercito se llamaba La Gran Compañía Catalana. No hay que confundir la Corona de Aragón con el Reino de Aragón. Cataluña existía y estaba formada por los condados catalanes gobernados por el conde de Barcelona. El rey de Aragón era del linaje de la Casa de Barcelona y en Cataluña gobernaba como conde de Barcelona no como rey de Aragón. Esta compañía era catalana aunque había almogavares de todas las tierras de la corona y muchos otros de otras tierras del mediterráneo que nada tenían que ver con la corona. Eran mercenarios todos ellos y se ofrecían al mejor postor. No existía el patriotismo como hoy lo entendemos y no hay que comparar la actualidad política y territorial con la de aquella época. No tiene nada que ver el concepto actual de países con el de entonces. Actuaban muy parecido a como lo hacían los Vikingos, les movía el dinero no el patriotismo y en todo caso no luchaban por un país, sino por el rey que que los convocaba.
El patriotismo es el peor enemigo de la historia y es el que la manipula en interés propio para ensalzar la historia de unos países que aún no existían. Tenemos que intentar pensar como pensaban y vivían en la edad media para entender como funcionaban los almogavares y no como pensamos y vivimos en la actualidad.

Tras esta declaración de intenciones paso a relatar la incursión y venganza de la Gran Companyia Catalana en tierras lejanas para la época.

En el siglo XIV Barcelona fue una de las más importantes ciudades del mediterráneo, de su puerto salían flotas de barcos que llegaron a dominar el comercio y la política de muchos países del entorno, llegando incluso a Atenas y Neopatria.
Els Almogavers, (Almogávares) de la Gran Companyia Catalana fueron conquistando tierras y en ocasiones lucharon bajo bandera extranjera a cambio de los botines adquiridos en los diversos saqueos que llegaron a realizar. Eran unos soldados sanguinarios temidos por su ferocidad en el combate, de hecho poco se diferenciaban de los temidos vikingos que asolaban y saqueaban cualquier territorio en el que recalaban.
La palabra Almogávar viene del árabe y significa soldado de asalto o de infantería a sueldo.
La Compañía Catalana de Almogavers, comandada por Roger de Flor pasó a la historia por sus aventuras e incursiones en tierras mediterráneas.
Roger de Flor y sus tropas llegaron a Constantinopla procedentes de Sicilia. La compañía fue contratada por el emperador bizantino Andrónico II, para que derrotaran a los enemigos que ponían en peligro el poder del Imperio.
Llegó a Constantinopla en 1303, una expedición de cuatro mil almogávares, mil quinientos soldados de caballería y treinta y nueve naves, conocidos como la Gran Compañía Catalana.


El poder bizantino no se las tenía todas al contratar a la Gran Compañía debido a sus innumerables victorias militares.
El poder de Roger de Flor causaba incomodidad entre la nobleza bizantina al estar casado con la sobrina del emperador, incluso había sido nombrado César, concediéndole territorios bizantinos de la Asia Menor.
En ese ambiente de desconfianza el hijo del emperador invitó a un centenar de jefes almogávares con Roger de Flor a la cabeza a un banquete en Adrianópolis. El banquete no era más que una estratagema para diezmar a sus tropas en un claro acto de traición. 
Los invitados ya con cierto grado de embriaguez etílica fueron asesinados. Los jefes y mil almogávares hallaron la muerte en manos de mercenarios alános contratados por el hijo del emperador bizantino.
Al llegar la traición a oídos de la Compañía Almogavar, iniciaron una cruel venganza. Quemaron las naves alánas para negarles la retirada, asesinaron y diezmaron la población de Gallípoli donde estaban escondidos, derrotaron al ejército bizantino y secuestraron al emperador Andrónico II.
Los almogávares, ciegos de ira, saquearon Macedonia y Tracia, llegando a controlar los ducados de Atenas y Neopatria durante largos años.
Las sanguinarias acciones de los almogávares dejaron huella en la población, una huella que hoy en día aún persiste.
Un ejemplo del inolvidable paso de los almogávares por tierras lejanas es la expresión que se usa en la región de Parnaso: “huir de los turcos para caer en los catalanes” y “Que te vea bajo la espada de un catalán”.
En Bulgaria llamar a alguien Catalán o Hijo de catalán es llamarle hombre malvado, sin alma y torturador.
Incluso en el poema “Piratas”, de Ivan M. Vazoz de 1915, ya pasados unos cuanto siglos se cita a los catalanes como los mayores opresores de la nación búlgara y en Tracia aún emplean la amenazante frase: “Que la venganza de los catalanes caiga sobre ti”
Y ya para no cebarme más con improperios acabaré con el recuerdo que tienen en Albania de los catalanes, En albanés «katalan» es un insulto equivalente a «traicionero», «bastardo», y el Katalan, Katallani o Katälan es un monstruo parecido al coco que se emplea para asustar a los niños, presente en la mayoría de los balcanes